El protagonista de Narcisus XXII, extiende sus bellas pero antinaturales alas con el afán de despertar admiración en aquellos que un día exprimieron; no solo su cuerpo sino también su alma, con el deseo de nutrirse de ambas.
La soberbia y la envidia se mezclan en esta historia, pero también se encuentra en ella, una gran dosis de amor y fidelidad por parte de Rain; que sufre en silencio por la actitud de Narcisus y por lo peligrosa que puede resultar su exhibición.
Frases L.B.Moore
Cuando el diablo me toque un blues, mi morada permanente será el infierno.
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